tradición

Valoramos y respetamos nuestras raíces. Por eso mantenemos las técnicas artesanales y las recetas familiares que han sido transmitidas de generación en generación.

Calidad

Ofrecemos productos elaborados con las mejores materias primas, implementando estrictos controles de calidad en cada etapa del proceso, desde la selección hasta la distribución.

Compromiso

La satisfacción de nuestros clientes es nuestra prioridad. Nos esforzamos por ofrecer un servicio excepcional, productos de alta calidad y una relación de confianza a largo plazo.

Fabricante de embutidos desde 1898

En Embutidos Bernal llevamos más de cien años ofreciendo embutidos de alta calidad, elaborados con ingredientes seleccionados y siguiendo las mejores tradiciones. Nuestra pasión por la excelencia nos impulsa a mantener los más altos estándares en cada producto. Comprometidos con la satisfacción del cliente, garantizamos que cada bocado refleje nuestro empeño por la perfección.

La empresa Embutidos Bernal comenzó su andadura por el año 1898. La formaron D. Vicente Bernal Gómez, natural de La Nava de Béjar y su mujer Dña. Etelvina Hernández Blázquez, natural de Guijuelo, ambos procedentes de la provincia de Salamanca.

En estos años, se instalaron en Mallén, pueblo de la provincia de Zaragoza, donde pronto le apodaron “El choricero”, ya que su principal actividad se centraba en la venta de chorizo y embutidos procedentes de la zona de Guijuelo y la Sierra de Béjar, donde sus familiares, padres y hermanos, fabricaban productos autóctonos de la zona (cuna del cerdo ibérico y sus derivados).

Pronto amplió su negocio en Aragón a la crianza de cerdos, principalmente con animales procedentes de Extremadura, así como a todo lo relacionado con el comercio del porcino.

En 1951, compra una fábrica de embutidos en Zaragoza a D. Alfonso Kurtz, maestro chacinero Alemán, con el fin de ampliar su campo en la elaboración de sus productos cocidos de cerdo y/o ternera. Pero serán sus hijos los continuadores del negocio tradicional familiar al fallecer D. Vicente Bernal dos meses después.

En estos años, se instalaron en Mallén, pueblo de la provincia de Zaragoza, donde pronto le apodaron “El choricero”, ya que su principal actividad se centraba en la venta de chorizo y embutidos procedentes de la zona de Guijuelo y la Sierra de Béjar, donde sus familiares, padres y hermanos, fabricaban productos autóctonos de la zona (cuna del cerdo ibérico y sus derivados).

En la década de los 80 comienza la tercera generación de la Familia Bernal al hacerse cargo del negocio familiar. Sin olvidar la tradición, se centran en la hostelería y el vending, sin desatender por ello el pequeño comercio.

Se renueva la antigua fábrica por completo, se invierte en nueva maquinaria y se forma a personal especializado. En definitiva, se comienza a crear las bases de una expansión comercial que lleva a Embutidos Bernal a estar presente con sus productos en diversas comunidades autónomas como Aragón, La Rioja, País Vasco, Navarra, País Valenciano, Cataluña y Madrid. Esta expansión continúa hoy en día, pero siempre manteniendo la calidad y distinción de sus productos con aires de modernidad, competitividad y, sobre todo, el servicio y exclusividad que merecen los clientes.

Fundación

1898 -1951

Consolidación

1951 -1984

Expansión

1984 - 2004

Fundación

La empresa Embutidos Bernal comenzó su andadura por el año 1898. La formaron D. Vicente Bernal Gómez, natural de La Nava de Béjar y su mujer Dña. Etelvina Hernández Blázquez, natural de Guijuelo, ambos procedentes de la provincia de Salamanca.

En estos años, se instalaron en Mallén, pueblo de la provincia de Zaragoza, donde pronto le apodaron “El choricero”, ya que su principal actividad se centraba en la venta de chorizo y embutidos procedentes de la zona de Guijuelo y la Sierra de Béjar, donde sus familiares, padres y hermanos, fabricaban productos autóctonos de la zona (cuna del cerdo ibérico y sus derivados).

Pronto amplió su negocio en Aragón a la crianza de cerdos, principalmente con animales procedentes de Extremadura, así como a todo lo relacionado con el comercio del porcino.

Consolidación

En 1951, compra una fábrica de embutidos en Zaragoza a D. Alfonso Kurtz, maestro chacinero Alemán, con el fin de ampliar su campo en la elaboración de sus productos cocidos de cerdo y/o ternera. Pero serán sus hijos los continuadores del negocio tradicional familiar al fallecer D. Vicente Bernal dos meses después.

En estos años, se instalaron en Mallén, pueblo de la provincia de Zaragoza, donde pronto le apodaron “El choricero”, ya que su principal actividad se centraba en la venta de chorizo y embutidos procedentes de la zona de Guijuelo y la Sierra de Béjar, donde sus familiares, padres y hermanos, fabricaban productos autóctonos de la zona (cuna del cerdo ibérico y sus derivados).

Expansión

En la década de los 80 comienza la tercera generación de la Familia Bernal al hacerse cargo del negocio familiar. Sin olvidar la tradición, se centran en la hostelería y el vending, sin desatender por ello el pequeño comercio.

Se renueva la antigua fábrica por completo, se invierte en nueva maquinaria y se forma a personal especializado. En definitiva, se comienza a crear las bases de una expansión comercial que lleva a Embutidos Bernal a estar presente con sus productos en diversas comunidades autónomas como Aragón, La Rioja, País Vasco, Navarra, País Valenciano, Cataluña y Madrid. Esta expansión continúa hoy en día, pero siempre manteniendo la calidad y distinción de sus productos con aires de modernidad, competitividad y, sobre todo, el servicio y exclusividad que merecen los clientes.

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